
HISTORIA
COSTA RICA
PUNTO VICTORIA es parte de la familia CENTRO VICTORIA, que es una organización cristiana que inició su trabajo el 02 de Julio de 1979 en un pequeño pueblo de la zona sur de Costa Rica llamado San Isidro de El General, bajo el nombre original de Ministerios Casa Del Banquete.
En los primeros meses del año 1979, mientras el pastor fundador de este ministerio, Yamil Jiménez Tabash, predicaba una campaña evangelística en una pequeña ciudad de la zona sur de Costa Rica, Dios impactó su corazón con la necesidad de regresar a su ciudad natal e iniciar allí una congregación que, según el mensaje recibido de Dios, habría de ser «una plataforma para bendecir a Costa Rica y a las naciones».
En aquella ocasión Dios le mostró que esta congregación sería plantada para enseñar a los creyentes a dar pasos de fe, que debía estar fundada en Su Palabra y no en mandamientos de hombres y que se convertiría en una base desde la cual se enviarían hombres y mujeres para bendecir a Costa Rica y al mundo.
El Señor le dijo que esta congregación sería un modelo de alabanza y adoración para otras iglesias que estaban alrededor, y que debía convertirse en un lugar donde aquellos que no tuvieran posesiones materiales también pudieran venir y adorar a Dios, a la vez que aprendían cómo trabajar y prosperar en el área financiera.
En aquellos días el Pastor Yamil Jiménez no tenía nada de dinero, no tenía discípulos, nunca había asistido a una escuela bíblica y casi nadie conocía su ministerio.
Sin embargo, esta serie de carencias no le desanimaron porque sabía que tenía una verdadera Palabra de Dios viviendo y prosperando dentro de su espíritu.
Desde aquel día CENTRO VICTORIA ha crecido hasta ser una congregación de más de 2000 miembros, la cual ha plantado más de 25 iglesias satélite alrededor de Costa Rica, se han enviado misioneros y plantado iglesias dentro de Costa Rica, en Nicaragua, Colombia, Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Panamá, Ecuador y en diversas ciudades de los Estados Unidos.
Durante estos años Dios también ha honrado ese ministerio en casi todos los países de América, así como a nivel intercontinental y se han podido alcanzar a decenas de millares de personas con el mensaje del Evangelio mediante cruzadas en estadios y coliseos, conferencias para hombres y mujeres de negocios, eventos juveniles y seminarios para líderes y pastores en distintos países de América, Asia y Europa.
A través de todas estas actividades, y por la gracia de Dios, se han ganado para Cristo miles de personas y se han podido bendecir a cientos de pastores e iglesias alrededor del mundo.
Durante más de 45 años, el Pastor Yamil y todos sus discípulos han predicado, orado y trabajado arduamente para alcanzar todas esas metas, que al principio parecían inalcanzables.
Hoy podemos dar testimonio de que el Señor ha sido fiel a todas y cada una de sus promesas, y estamos esperando que Él haga cosas todavía más gloriosas para los próximos años.

APÓSTOL YAMIL JIMÉNEZ
El Apóstol Yamil Jiménez es fundador y Pastor General de CENTRO VICTORIA con sede en el sur de Costa Rica.
Graduado en Administración de Empresas y con estudios de Teología en el Seminario Bíblico Latinoamericano, el apóstol Jiménez ha servido como profesor en Institutos y Seminarios Bíblicos. También ha trabajado como profesor de Sociedades Bíblicas y como conferencista en toda América y en algunas naciones de Europa, África y Asia.
Decenas de millares de personas de muchos países y denominaciones han sido ministradas y bendecidas mediante sus conferencias, seminarios, libros y programas de radio y televisión.
Actualmente el apóstol Jiménez reside con su familia en San Isidro del General, Costa Rica.

PASTOR AHMED JIMÉNEZ
El Pastor y Psicólogo Ahmed Jiménez León cuanta con más de 30 años de experiencia como predicador y conferencista en diferentes países de América Latina y Europa.
Ha pastoreado a la par de su papa, el Apóstol Yamil Jiménez en Centro Victoria, durante más de 3 décadas y ha sido clave en la formación estratégica de Punto Victoria.

EL LLAMADO
Aproximadamente a finales del año 2005, lavando los trastes sucios de la cena, nuestro Pastor Milton Manzanares recibió una profecía de parte de su pastora Yamileth Quesada que le decía que su propósito en Dios era ser pastor de una congregación, así mismo como ministro de alabanza. En esa misma profecía y llena de dolor en sus ojos, su pastora también mencionó que para poder ver cumplido ese propósito, tendría que salir de la congregación en la que había nacido.
Pasaron cerca de 5 años, y por aquellas fechas del año 2010, al poco tiempo de haberse mudado a Lincolnton e integrarse de lleno en la Iglesia Manantial de vida, donde ya formaba parte de la junta pastoral con miras a heredar el cargo pastoral al jubilarse el pastor fundador Israel Vargas, Milton recibió una llamada directa del Apóstol Yamil Jiménez para invitarlo a un evento especial en una congregación en Atlanta, Georgia. En ese viaje, y en medio de una conversación muy amena, el Apóstol Yamil le preguntó: – Milton, ¿Cuándo empezaremos una iglesia en Charlotte? – a lo que Milton, sumamente apenado por el compromiso recién adquirido y con un gran temor de defraudar al Apóstol se negó. La respuesta del Apóstol fue muy contundente y llena de fe respondiéndole: -Yo estaré orando por eso. –
Al regresar de ese viaje, Milton siguió recibiendo ciertas insinuaciones de las intenciones del pastor Israel Vargas (de Manantial de Vida) de heredar el cargo pastoral cuando este se jubilara. En ese entonces, al imaginar dicho escenario, Milton solo podía llenarse de miedo debido a que comenzaba a despertar una visión en su interior de cómo debía de ser una congregación, y que, de heredar el cargo, existía el gran riesgo de destruir esa congregación debido a la diferencia de visión y metodología; por lo que estaba claro de que no era la persona adecuada, ni el lugar, ni el tiempo.
Al pasar algún tiempo, el pastor Israel se jubiló y el cargo pastoral fue heredado a otra persona, a la que Milton también ayudaba sirviendo como líder de alabanza y miembro de la junta pastoral.
La metodología que había era tan diferente, que en vez de que las personas conocieran a Dios y la iglesia creciera, el ambiente empeoraba en su interior con gente saliendo de la congregación con el corazón dañado.
Por esos días, y al ver dicha desolación, Milton comenzó a ser atormentado con visiones de una nueva congregación y gente experimentando la victoria en Jesús. Eran tal dichas visiones, que, en cada edificio comercial, comenzaba a soñar y a ver gente a los pies de Cristo. Por lo que empezó a orar para no entrar en rebeldía en su iglesia local y no tomar decisiones arrebatadas de hacer algo a lo que Dios no le había llamado.
A finales del año 2011, en un día común mientras era la hora del almuerzo, Milton recibió una llamada del Apóstol Yamil, quien, casi dos años después de aquel encuentro en Atlanta, una vez más lo invitaba a reunirse con él en otra visita a esa ciudad.
En aquel momento y debido a toda la presión que las visiones que Milton tenía al alucinar iglesias, se sintió sumamente nervioso con el temor de que, al encontrarse con el Apóstol, éste volviera a invitarlo a plantar una iglesia, por lo que, sin comentarlo con nadie, ni su esposa, oró a Dios y le pidió que, si era Su voluntad que él pastoreara, el Apóstol Yamil, después de casi dos años lo volviera a mencionar directamente y en persona. Esto sería sumamente improbable, ya que no solo había pasado el tiempo, sino que el Apóstol, que es pastor general de una iglesia con más de 1500 personas y que, a su vez, dirige a otros pastores en más congregaciones a lo largo del continente americano, se acordara de esa conversación que tuvo con ese simple miembro de iglesia. Así que decidió asistir lleno de temor por lo que podría suceder.
La actividad comenzó y el Apóstol Yamil, lleno del Espíritu Santo, predicó un mensaje muy emotivo y lleno poder. Milton en ese momento se sintió muy temeroso, ya que pareciera que cada palabra que ese hombre predicaba era la respuesta a las oraciones ya que era muy directa a su corazón. Para no confundirse por las emociones y no mal interpretar ese sermón con un llamado directo. Milton oró una vez más reiterando la necesidad de que el Apóstol Yamil debía decirlo directamente y de una forma muy personal, por lo que ese mensaje no sería la respuesta.
Al terminar dicha actividad, el grupo cercano al pastor anfitrión, los pastores invitados que eran discípulos del Apóstol, así como Milton y su esposa, se dirigieron a un restaurante para comer juntos. En el restaurante, todos los discípulos del Apóstol se sentaron a la mesa con él para platicar y compartir con su mentor, Milton y su esposa se sentaron en una mesa alejada, como solían hacerlo y compartir con otros creyentes y miembros de la iglesia local. De pronto, se acercó una joven de la mesa del Apóstol para comunicarle a Milton que quería que se sentara a la mesa para platicar con él. En ese momento el nerviosismo y el temor se apoderaron de él. ¿Sería acaso el momento esperado?, ¿sería esto el cumplimento de una profecía?
En el instante que Milton pudo sentarse a la mesa, el Apóstol Yamil se dirigió a él y le preguntó: -Milton, ¿Cuándo abriremos una iglesia en Charlotte? – Eso fue, ese era el momento, era la respuesta, una voz en su interior le reprochó y le dijo: – ¿quieres otra señal? – No había dudas, Dios estaba hablando. Milton, lleno de temor, pero con la convicción de hacer lo que Dios le estaba ordenando, contestó: -apenas regrese a casa comenzare a trabajar en ello. –
Dios había hablado después de 7 años de aquella profecía, ahora solo era cosa de que también le hablara a Evelyn, ya que ella no tenía conocimiento de lo que Milton había orado. Al llegar a casa, presentó su renuncia y anuncio su salida en un término de tres meses para iniciar una nueva congregación que tendría como visión “llevar a cada persona a una vida victoriosa en Cristo Jesús”.